01. Guatemala: Verdad y justicia para las mujeres

Durante décadas, las atrocidades sufridas por las mujeres mayas durante el sangriento conflicto armado en Guatemala, fueron ignoradas. El juicio contra el ex-jefe de Estado, el General Efraín Ríos Montt, permitió visibilizar estos crímenes y que fueran reconocidos por los tribunales.

En abril de 2013, como parte de los continuos esfuerzos de Women’s Link Worldwide para que se investiguen y enjuicien los crímenes de género, una de sus abogadas compareció en un tribunal nacional de Guatemala, aportando su testimonio como experta sobre las formas en que las mujeres y niñas fueron objetivo de los militares guatemaltecos. Sus palabras siguieron al testimonio de diez valientes mujeres sobrevivientes del conflicto, quienes relataron las atrocidades que sufrieron. Por primera vez en el país, la violencia sexual fue considerada como un crimen internacional y no sólo como un “daño colateral” inherente al conflicto.

El documental nos relata cómo se logró este pronunciamiento judicial. Cuenta como Women’s Link trabajó con los grupos y asociaciones de mujeres en Guatemala, con los y las fiscales, los abogados demandantes y las valientes mujeres sobrevivientes de violencia sexual, para asegurar que sus voces fueran escuchadas.

“Les invito a ver este corto documental y a que compartan esta importante historia sobre cómo se hizo justicia para las mujeres”, afirma Viviana Waisman, presidenta y CEO. http://vimeo.com/87092813

N-MAP realiza un importante trabajo ayudando a activistas alrededor del mundo a narrar sus historias de una manera más poderosa.

Evelyn Recinos es abogada fellow en Women’s Link y defensora de derechos humanos en Guatemala. Ha escrito sobre la importancia de este juicio en el blog de la organización.

“La violencia sexual sufrida por miles de mujeres durante los conflictos armados ha sido silenciada por años. En el caso de Guatemala, la mayoría de casos siguen sin ser revelados. Muchas mujeres nunca han podido hablar, sólo unas pocas han logrado –casi 30 años después – contar lo sucedido.

Primero lo hicieron en sus comunidades, junto a otras mujeres que también sufrieron la violencia; después, tras un largo camino recorrido y un gran esfuerzo, ante los jueces, juezas, fiscales, abogados y abogadas.

Un claro ejemplo de ese esfuerzo por romper el silencio se vivió en Guatemala durante el juicio por genocidio contra el ex-jefe de Estado José Efraín Ríos Montt y José Mauricio Rodríguez Sánchez. Allí diez mujeres valientes contaron la verdad de lo ocurrido y hablaron frente a quienes las sometieron a reprochables episodios de violencia, incluida la violencia sexual. Hablaron y rompieron el mutismo con valentía.

Las manos heridas y arrugadas de estas mujeres apretaban fuerte sus huipiles (blusa del traje típico maya), sus voces se quebraban, pero tenían una firmeza que asombraba y hacía erizar la piel. Hablaban y con cada palabra se hacía evidente el deseo que las impulsaba: primero la búsqueda de la justicia y segundo que ninguna otra mujer, nunca más tuviera que vivir lo que ellas vivieron.

Dos juezas y un juez escucharon atentos pero no fueron los únicos. Detrás de ellas, un gran grupo de mujeres las respaldaron y acompañaron en su lucha, mujeres ixiles y otras tantas de comunidades lejanas, estudiantes, feministas, madres, hermanas, amigas, activistas de derechos humanos, abogadas, escritoras, antropólogas, sociólogas, psicólogas, investigadoras, comerciantes, peritas, todas de distintos lugares y distintas realidades, que también hicieron su parte para romper un silencio que se hacía cómplice.

Esas mujeres valientes cambiaron la historia, rompieron el mutismo y permitieron que se nombrase e hiciera visible lo que por tantos años quiso ser ocultado y callado.

Fueron respaldadas por otras que desde sus profesiones y oficios hicieron lo que estaba en sus manos, las colaboraciones recibidas desde distintas instancias tales como la presentación de peritajes como el de Women’s Link nos recuerdan que superar el mutismo y transformarse una misma en voz autorizada es siempre un acto de valentía personalísima pero construir una nueva historia a partir de allí, es tarea de todas y todos”.

Fuente: AmecoPress.



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