05. Brasil: Se legaliza el matrimonio homosexual por la vía judicial
El Consejo Nacional de Justicia de Brasil (STJ), presidido por el juez Joaquim Barbosa, también presidente del Supremo, aprobó el 14 de mayo una resolución por 14 votos contra uno que obliga a las notarías de todo el país a celebrar el matrimonio de personas del mismo sexo, así como a convertir en matrimonio las uniones estables de las mismas.
La decisión del STJ se ha basado en la tomada en 2011 por el Supremo Tribunal Federal (STF), la máxima Corte de Justicia del país, que consideró constitucional la unión de los homosexuales en matrimonio civil.
Desde entonces jueces de diferentes regiones del país comenzaron a admitir peticiones de homosexuales y lesbianas que deseaban contraer matrimonio. La opinión pública había forzado para que la Justicia legislase sobre el tema en todo el territorio nacional sin dejarlo a la decisión personal de cada juez. Es lo que propuso al STJ Barbosa, que acaba de ganar la batalla casi por unanimidad y que aumentará ahora la alta popularidad adquirida como juez instructor implacable del caso mensalão, por el que ha condenado a la cárcel a numerosos políticos, empresarios y banqueros.
La resolución del STJ es contundente. Prevé que negarse a celebrar el matrimonio civil de homosexuales implicará la “inmediata comunicación al respectivo juez que tomará las providencias necesarias”.
En teoría la decisión del STJ podría ser recurrida ante el plenario del Supremo por parte del Congreso Nacional, que aún no ha aprobado el matrimonio gay. Sin embargo, fue el propio Supremo el que se adelantó en 2011 a declarar constitucionales tales uniones matrimoniales a la espera de los congresistas que durante años, por presiones sobre todo de las iglesias evangélicas, no se decidían a legislar sobre la materia.
En la práctica parece difícil que el Supremo pueda legislar contra lo ya aprobado, por lo menos mientras se mantenga el juez Barbosa en la presidencia.
Sin embargo, en el Alto tribunal no hubo unanimidad en su día. La mayoría de los magistrados votaron a favor de la constitucionalidad de las uniones homosexuales, subrayando que con ello quedaba reconocido el derecho de los mismos a contraer matrimonio civil, pero una minoría se declaró favorable a que esa decisión fuera ratificada por el Congreso.
Estos últimos años ha habido una cierta tensión entre el Supremo y el Congreso, más liberal el primero y más conservador el segundo, por el miedo de diputados y senadores a no indisponerse con sus electorados cuando en ellos emerge la presencia de evangélicos y católicos contrarios al reconocimiento del matrimonio gay.
Ahora mismo existe una gran polémica porque ha sido elegido presidente de la Comisión de Derechos Humanos el diputado Marco Feliciano, pastor evangélico acusado de racista que defiende que la homosexualidad es una enfermedad que debe ser curada y que se opone radicalmente al matrimonio de personas del mismo sexo.
Los evangélicos protestan en Brasilia contra el aborto y el activismo gay
Los evangélicos han querido manifestar su fuerza con una gran manifestación en Brasilia a la que acudieron 70.000 personas según la organización y 40.000 según la policía militar. Organizada por el pastor Silas Malafaia, la marcha sobre Brasilia , realizada el 5 de junio, fue un acto de protesta contra el aborto, el matrimonio homosexual y contra lo que llamaron “activismo gay” en el país.
Las críticas se dirigieron también contra el Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff y contra el Supremo, que ha aprobado el matrimonio de las personas del mismo sexo y la adopción por parte de dichas parejas.
Malafia quiso destacar que la manifestación tuvo como finalidad “mostrar la fuerza de los evangélicos” ante la sociedad y los poderes del Estado. Hoy los evangélicos cuentan con el 22% de la población, un total de 40 millones, y sus votos son cotizados por los partidos de todos los colores políticos. “Nuestro evento ha sido un ensayo, un ejercicio de ciudadanía. No somos ciudadanos de segunda clase y vamos a influenciar a la nación”, afirmó.
El pastor Marco Feliciano, el actual polémico presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso, llegó aún más lejos: “La familia tiene que venir antes del Gobierno y de la sociedad”, y auguró la elección en un futuro próximo de un presidente de la República evangélico.
Feliciano ha sido estas semanas objeto de protestas por sus ideas a favor de que los homosexuales sean tratados como enfermos y por afirmar que los negros africanos son tales por un castigo de Dios. Para el senador evangélico, Magno Malta existe el objetivo de crear una “casta de homosexuales” y garantizó que los más de 80 diputados evangélicos no lo permitirán.
“Dicen que somos fundamentalistas, pero los que son fundamentalistas de basura moral son los gais”, afirmó Malafaia, que criticando el aborto dijo: “El feto no es el prolongamiento del cuerpo de la mujer”. Y añadió: “Vamos a buscar una isla desierta donde enviar a los gais. Quiero ver si después de un tiempo aún existirá la raza humana”.
La manifestación se llevó a cabo sin incidentes. Solo un pastor evangélico fue arrastrado del palco por enarbolar la bandera colorida de la Iglesia del Evangelio Quadrangular al confundirla con la de los colores del arco iris del movimiento LGBT (gais, lesbianas, bisexuales y transexuales).
Fuente: El País.