08. 8 de marzo: 100 años del Día Internacional de la Mujer

Este año se cumplieron los primeros 100 años de la conmemoración de Día Internacional de la Mujer, fecha que concreta la demanda de igualdad para las mujeres.

Hace 100 años una de las peticiones de igualdad fue la salarial, que todavía no es una realidad para las mujeres. A nivel mundial, en promedio, las mujeres percibimos el 17 por ciento menos que los hombres en igualdad de condiciones.

Si bien hay un reconocimiento en las leyes nacionales, aún queda un camino largo para que se consiga.

De ahí que la campaña que impulsa ONU Mujeres busque construir los caminos necesarios para que todas las mujeres consigan la igualdad para siempre.

Todo ello en 100 años. Con el trabajo de las organizaciones feministas, de periodistas y la creación de los institutos o ministerios de las mujeres, se fue logrando un lugar en la agenda cívica. El 8 de marzo es ya una fecha institucionalizada.

Finaliza marzo y las actividades en torno a las mujeres fueron desde los actos oficiales políticamente correctos hasta las felicitaciones, regalos de flores, desayunos, comidas y cenas. Pero cuando pasa el fervor mujeril, cuando se acaban los discursos y compromisos, las mujeres desaparecemos de los reflectores pero no de la realidad.

La agenda por la igualdad permanece inalterable desde hace 100 años. Para las feministas, las activistas defensoras de Derechos Humanos, para las periodistas comprometidas con la construcción de la igualdad, para todas, siempre, el 8 de marzo continúa.

Gracias a ello, al tesón de la fuerza femenina organizada, hemos hecho avanzar al sistema legal, hemos logrado que se creen las instancias necesarias dentro de los gobiernos, hemos abierto puertas en los medios de comunicación, hemos salvados algunas vidas de mujeres.

Sin afán de ser triunfalista y no ver lo que aún falta, estoy convencida de que hay que reconocer que lo que hemos conseguido ha sido gracias a nuestra capacidad de articulación, de hacer política, de pactar, de construcción de conocimiento y de remar contra corriente.

Por eso cuando las luces se apaguen de los escenarios, nosotras continuaremos para hacer que la igualdad sea una realidad cotidiana para todas las mujeres.

Por: Lucia Lagunes Huerta

Fuente: Cimac



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