08. América Latina: Sociedad Civil tiene dificultades para discutir con gobiernos el combate al Sida
El Consejo Latinoamericano y Caribeño de Organismos no gubernamentales, que trabajan con Sida (LACASO) divulgó un informe sobre la participación de la sociedad civil en el monitoreo y alcance de metas de la Declaración de Compromiso en VIH/Sida para 2008. Cada país investigado tiene su propia realidad, pero en común, ellos enfrentan las dificultades impuestas por las autoridades para compartir con la sociedad civil organizada sus acciones de combate al VIH/Sida.
El Consejo Latinoamericano y Caribeño de Ong’s que trabajan con Sida (LACASO) divulgó un informe sobre la participación de la sociedad civil en el monitoreo y alcance de metas de la Declaración de Compromiso en VIH/Sida para 2008. El objetivo del Informe es analizar la participación de la sociedad en las movilizaciones contra el Sida.
Cada país investigado tiene su propia realidad, pero en común, ellos enfrentan las dificultades impuestas por las autoridades para compartir con la sociedad civil organizada sus acciones de combate al VIH/Sida. En Argentina, hay una cierta interacción entre las instancias gubernamentales y la sociedad, pero no hay mecanismos formales que faciliten la participación de mujeres y jóvenes en los procesos de toma de decisiones.
Los chilenos tampoco participan de la elaboración del Plan Nacional de Sida. En Nicaragua, el Informe concluye que la participación en la Comisión Nacional de Sida, especialmente de mujeres, es sólo para legitimar procesos. Entre los mexicanos, las mujeres y los jóvenes actúan en la lucha contra el Sida, limitadamente, tanto a nivel estatal como federal; y en Uruguay, las jóvenes que viven con VIH no participan de la formulación de la política nacional sobre adolescentes.
«En Venezuela, las jóvenes no participaron del diseño de los programas que se refieren a esta cuestión y no existen canales formales que permitan una interacción con los programas gubernamentales», dice el Informe.
Pero América Latina y el Caribe no tienen sólo ejemplos negativos. En Belice, Brasil y Perú la sociedad tiene espacio en las discusiones. En Brasil, el Consejo Nacional de Salud, vinculado al Ministerio de Salud, tiene representación paritaria de usuarios, administradores y prestadores de servicios. Además, el Programa Nacional de Sida tiene mujeres en los espacios de consulta.
En Perú, la Conamusa agrupa a sectores del gobierno y de la sociedad civil, por eso se convirtió en una referencia en relación a la participación de las personas que viven con VIH y Sida (PVVs). En Belice, las mujeres están representadas en la Comisión Nacional de Sida, órgano que define las políticas sobre este tema en el país.
Para el informe, el sector comunitario tiene un importante papel en la respuesta a dar a la epidemia, pero éste, todavía actúa en forma muy autónoma, libre y paritaria. «El amplio alcance de la competencia estratégica y táctica de las organizaciones de la sociedad civil las convierte en asociados ideales en el proceso de preparación de los informes nacionales», agrega el Informe.
En América Latina, hubo un aumento de la importancia de las funciones de la sociedad civil para prevenir y superar esta epidemia. Pero es preciso avanzar más, por eso el Informe recomienda la ampliación de la información para el sector comunitario, la creación o fortalecimiento de redes comunitarias autónomas, libres y representativas. El documento dice además que el fortalecimiento de las asociaciones entre gobierno y sector comunitario, sobre todo en lo que respecta a la cogestión de fondos locales o provenientes de la cooperación internacional, promueve la participación y coloca a la sociedad civil en un nivel de socio paritorio y no de simple ejecutor.
Fuente: Adital
Traducción: Daniel Barrantes