09. Portugal: Parlamento legaliza, con restricciones, el matrimonio entre personas del mismo sexo
El Parlamento portugués aprobó la propuesta del Gobierno por la que se legaliza el matrimonio entre personas del mismo sexo pero rechazó la admisión de las adopciones por parte de las parejas homosexuales.
A juicio del primer ministro, José Sócrates, esta votación marca «un día histórico para la Asamblea de la República». «Hemos dado un paso de la mayor importancia en el combate contra la discriminación y la injusticia que existían en la sociedad portuguesa», declaró. A su juicio, el Partido Socialista ha hecho «lo que un humanista debe hacer», que es «combatir las injusticias contra los otros como si fuesen injusticias contra nosotros, combatir las normas legales que impiden la igualdad como si nos afectasen a nosotros mismos».
El nuevo proyecto de ley tiene toda la apariencia de dejar insatisfechos a todos o a casi todos. Los partidos conservadores, la jerarquía de la Iglesia católica y la llamada Plataforma Ciudadanía y Matrimonio piden un referéndum, por considerar que la mayoría de los portugueses se mostrarían en contra de la nueva ley si pudieran expresarse.
En el otro extremo, los colectivos de homosexuales critican la discriminación que supone negar el derecho a la adopción. Sérgio Vitorino, coordinador de la asociación Panteras Rosa, recuerda que la vigente ley de adopción permite prohijamientos individuales, tanto a hombres como a mujeres, al margen de su orientación sexual. Y subraya que muchos gays tienen hijos biológicos. «Legislar sobre adopción en una ley de matrimonio es pervertir este concepto, porque la ley de matrimonio es sobre dos personas adultas», señala Vitorino. La imposibilidad de adopción en la ley de matrimonio homosexual no tiene precedente en ninguno de los ocho países (con España, Holanda, Bélgica y Canadá a la cabeza) que han aprobado dicha legislación.
El problema en Portugal, opinan los colectivos de gays y lesbianas, es que los partidos no han promovido ninguna campaña para combatir la homofobia. «Aquí no se ha hecho nada para lograr un cambio cultural, y se empieza ahora con una medida dictada desde arriba», dice Sérgio Vitorino.
Fuentes: Europa Press, Francesc Relea.