14. México: «Nuestro cuerpos, nuestras vidas» exposición sobre las mujeres que abortan

En el imaginario social existe la creencia de que todas las mujeres tienen un instinto materno que las llevará, en algún momento de su vida y de manera directa, a convertirse en madres; por eso, cuando una mujer decide interrumpir su embarazo, se piensa que lo hace por “fácil, irresponsable o pecadora”, razón por la cual es sancionada moral y socialmente; señaló María Consuelo Mejía, directora de la organizaciónCatólicas por el Derecho a Decidir (CDD).

Mejía, quien junto con otras activistas y feministas, participó en la inauguración de la exposición “Nuestros cuerpos, nuestras vidas. Cuatro décadas por el derecho a decidir en México”; aseguró que la maternidad voluntaria es un derecho de todas las mujeres, por lo que el aborto no tendría por qué ser una “fuente de estigma y discriminación”.

En este sentido, celebró que el Museo Memoria y Tolerancia haya tomado la iniciativa de montar una exposición que busca promover la prevención de embarazos no deseados y, en consecuencia, del aborto; además de contribuir a la eliminación de las falsas creencias y estigmas que dañan a la mujer que se ve en la necesidad de interrumpir un embarazo.

Para la activista, en la Ciudad de México el aborto “ya dejó de ser una tragedia”, pues de 2007 a la fecha, alrededor de 90 mil mujeres han podido interrumpir su embarazo sin poner en riesgo su salud ni su vida.

Al respecto, Regina Tamés, directora del Grupo de Información sobre Reproducción Elegida (GIRE), coincidió en que las mujeres que deciden interrumpir su embarazo son percibidas como “malas mujeres” que merecen un castigo: ser rechazadas y tratadas con desprecio, en el ámbito social; perseguidas y criminalizadas, en el terreno judicial.

“En estos casos sí, y no en otros que sí son delitos, vemos actuar a las autoridades de manera pronta, eficiente y con saña para que las mujeres paguen por lo que han hecho”. Subrayó la importancia de que la sociedad en general conozca la realidad de aquellas mujeres que deciden no continuar con un embarazo, postergar su maternidad o renunciar a ella.

Por eso, consideró que “Nuestros cuerpos, nuestras vidas. Cuatro décadas por el derecho a decidir en México” es una oportunidad para acabar con la indiferencia y la estigmatización.

Por su parte, Marta Lamas, antropóloga y feminista, recordó que tras 42 años de luchar por la despenalización del aborto en México, la consagración de este derecho fue posible, en el DF en 2007, no sólo gracias a las feministas “que dimos mucha lata”, sino también a médicos, abogados, medios de comunicación, políticos y muchos otros aliados.

La antropóloga reconoció que en el DF “tuvimos la suerte de contar con un gobierno progresista”, por lo que, dijo, la historia de las mujeres en los últimos cinco años en la capital del país es otra, gracias a la legalidad.

“Nuestros cuerpos, nuestras vidas. Cuatro décadas por el derecho a decidir en México”, está conformada por videos, instalaciones y murales informativos, y permanecerá abierta hasta abril de 2013 en el Museo Memoria y Tolerancia. El acceso es libre.



Contenidos relacionados


¿Te gustó este artículo? Déjanos tus comentarios.