16. Colombia: Parejas gay comulgan en la catedral en protesta por oposición de la Iglesia a la adopción gay
El Domingo de Ramos, en el que los católicos celebran la entrada triunfal de Jesucristo en Jerusalén, junto antes de ser crucificado, Bogotá se convirtió en un campo de batalla entre la cúpula de la Iglesia y las asociaciones gay. En Colombia empieza a debatirse sobre el matrimonio homosexual y, con ello, la adopción por parte de parejas LGBT, lo que ha puesto en pie de guerra al clero.
Hace unos días el presidente de la Conferencia Episcopal colombiana, Monseñor Rubén Salazar, envió a los sacerdotes de aquel país una carta contra la adopción de parejas homosexualespara sea compartida en las parroquias durante la homilía del pasado domingo. En señal de protesta ante esta intromisión clerical, varias parejas gay asistieron a misa en la Catedral Primada de Bogotá, vestidos con camisetas con el lema «soy homosexual, tengo hijos, soy católico», y comulgaron de manos del autor de la carta, que oficia misa en dicho templo.
En su carta Monseñor Rubén Salazar señalaba que «nos oponemos a que los menores de edad puedan ser confiados en adopción a parejas conformadas por personas del mismo sexo y rechazamos una eventual decisión de la Corte Constitucional en este sentido».
“Nosotros, los homosexuales, también somos fieles católicos y ciudadanos de buena voluntad. Tenemos hijos y los hemos criado rodeados de amor y respeto, nos resulta indignante que se ponga en duda nuestra idoneidad» manifestó en un comunicado de un grupo conformado por madres lesbianas que forma parte de la Mesa de Trabajo LGBT de Bogotá.
El comunicado LGBT agrega:
«Contrario a la información sin fundamento del comunicado del episcopado, SÍ existen estudios que demuestra la no afectación y que lo afirman sin ninguna duda. Conceptos, incluso, de universidades católicas, como la Javeriana en Bogotá, así los confirman. Invitamos a que utilicen argumentos veraces y fundamentados, no más afirmaciones temerarias fundadas en el prejuicio. Los Derechos Humanos no los pueden definir las mayorías, si así fuera seguramente la esclavitud sería un principio constitucional, las mujeres seguirían sin acceso a la educación y las únicas uniones válidas y que generarían derechos civiles (tanto para las parejas como para los hijos) serían las surgidas del matrimonio católico, como ocurría en Colombia hasta antes del 1991. Colombia es un estado confesional o laico, la iglesia católica interfiere indebidamente y usa su poder para presionar las decisiones del Estado colombiano y esta es otra forma de corrupción y abuso de privilegios. El estado colombiano debe representar a todos y todas NO SOLO a la inmensa mayoría».
Fuente: Diario de Lima Gay