16. Cuba: Chamaco: cine gay a la cubana
Luego de dos años de rodada de manera independiente y de circular en pésimas copias piratas por la Isla, Chamaco, de Juan Carlos Cremata, tuvo su estreno oficial, como parte de la programación delInstituto Cubano de Artes e Industrias Cinematográficos (ICAIC).
Ambientada en la nocturnidad de La Habana, Chamaco se adentra en el universo gay underground, prostitución masculina y corrupción, consecuencias de la homofobia y crisis económica.
“Con esta película estoy defendiendo no solo la lucha contra la homofobia, sino que se puede hacer cine fuera del ICAIC y que este puede acogerlo”, dijo Cremata. Y agregó que “es extraño programar un estreno oficial de Chamaco, cuando mucha gente la ha visto”.
El ICAIC ha tenido que asumir las producciones independientes, generadas por la democratización que entraña la irrupción de la tecnología digital en el audiovisual cubano.
Según el realizador, la copia final de Chamaco dista mucho de la pirata que ha circulado de mano en mano por Cuba.
“En realidad no se ha visto. Desgraciadamente se coló una mala copia pirata y no fue posible terminarla hasta que obtuvo el Premio del ALBA Cultural Latinoamérica Primera Copia (ex aequo), en el 32 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de la Habana, de 2010.
Aunque por orden cronológico Chamaco debió estrenarse oficialmente antes que producciones más recientes como Fábula,Verde Verde y Juan de los Muertos, su director aseguró que la causa de la demora nada tuvo que ver con el tema tratado, sino que la achacó a problemas relacionados con la producción.
A partir de la existencia de películas, entre las que destacó Casa Vieja, Fábula y Verde Verde, Cremata confirmó la existencia de un cine gay hecho en Cuba. “Existe y cada vez da más muestras de su existencia. No solo con Verde Verde, Fábula y Chamaco, sino otras muchas, en las que las personas homosexuales no aparecen como personajes, sino como tema, algo que es cada vez más recurrente”, afirmó.
Para el realizador cubano, la aparición de este tipo de cinematografía “es importante porque en la medida que las cosas se hablen y se discutan, existen. Cuando se ocultan y se niegan, aparecen los traumas y los problemas que vemos en Chamaco”.
Cremata incluye en su listado de películas gay a Fresa y Chocolate, aunque su guionista, Senel Paz, y sus directores, Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío, se propusieron ir más allá de la discriminación por orientación sexual.
“Fresa y Chocolate no es de mis favoritas, pero creo que precisamente tiene el gran mérito de haber iniciado el tema en Cuba y que fuera vox populi”, precisó el realizador.
En este sentido, recalcó que el valor de Fresa y Chocolate radicó en convertir “en discusión pública algo que se hablaba en los sótanos de las casas y se escondía”.
El cineasta cubano opinó que en la actualidad “hay muchísima más libertad para hablar, no solo política, sino socialmente, sobre estos temas. La gente está más habituada a opinar y el cine tiene que hablar de lo que habla la gente”.
Fuente: CENESEX.