17. ONU: 85 países firmaron Declaración sobre Orientación Sexual e Identidad de Género

La Declaración establece como un principio que “nadie debe enfrentarse a la estigmatización, violencia y abuso por ninguna razón, y que al manejar asuntos sensibles, el Consejo debe guiarse por los principios de universalidad y no discriminación”.

En lo que puede describirse como un impresionante progreso a favor de los principios de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDHNU) en Ginebra, Colombia presentó una Declaración Conjunta durante el Debate General en la que se hizo un llamado a los Estados a poner alto a la violencia, las sanciones penales y aquellas violaciones de derechos humanos relacionadas, basadas en la orientación sexual y la identidad de género de las personas y en la que además, se instó al Consejo de Derechos Humanos a atender estas importantes cuestiones de derechos humanos. La declaración fue entregada en nombre de un grupo grande de 85 Estados de todas las regiones del mundo.

La declaración contó con el apoyo del grupo más numeroso de países que haya habido hasta la fecha para apoyar el tema de la orientación sexual, la identidad de género y los derechos humanos. Esta declaración se fundamenta en una similar entregada por Noruega ante el Consejo de Derechos Humanos en 2006 (en nombre de 54 Estados) y en otra declaración conjunta entregada por Argentina en la Asamblea General, en 2008 (en nombre de 66 Estados). Está claro que cada vez que se abordan estas cuestiones hay un aumento cuantificable en el apoyo por parte de los Estados.

La Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersexuales (ILGA) considera que el hecho de que la cantidad de países dispuestos a firmar una declaración como esta, que se acerca a la mayoría de los miembros de la ONU, reconoce la mayor sensibilidad de los gobiernos nacionales, y el trabajo en el ámbito internacional, regional y local de activistas de los derechos humanos LGBTI de todo el mundo, particularmente la Coalición Internacional de organizaciones LGBTI que trabajaron junto con gobiernos nacionales y proveyeron la información que solicitaron a través del proceso de preparar la declaración.

Gobierno peruano no apoyó la Declaración

La República del Perú no se suscribió a la Declaración Conjunta para poner alto a los actos de violencia y a las violaciones de derechos humanos contra las personas por su orientación sexual e identidad de género, presentada ante el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de la Naciones Unidas (ONU).

Ante la negativa de las autoridades a signar el documento, organizaciones como Colectivo Contra Naturas, la Kolektiva de Rebeldías Lésbicas (KLR) y el Movimiento Homosexual de Lima (MHOL), exigieron al Ministro de Relaciones Exteriores, José Antonio García Belaúnde, apoyar la declaración.

En un comunicado de prensa las organizaciones afirmaron que “el no apoyo a la Declaración confirmaría el doble discurso y homofobia del Estado peruano, que en los últimos 6 años ha censurado, eliminado o incluso sancionado la homosexualidad en 4 normas y no ha suscrito o ratificado tres tratados internacionales que incluyen la protección por orientación sexual e identidad de género”.

En entrevista realizada vía Internet, Giovanny Romero, activista del MHOL, expresó que la suscripción de la declaración de la ONU por parte del Estado peruano, implica que se tomen acciones de prevención y sanción contra los crímenes de odio. “Hacerlo implica que el estado tome acciones reales como la aprobación del proyecto de ley contra los crímenes de odio, una figura legal que no existe en Perú”.

El argumento de la Cancillería para no suscribir la declaración se sustenta en que en caso de hacerlo sería reconocer o crear nuevos derechos, aunado a que “se podrían colisionar instituciones como el matrimonio y el derecho a adopción”, sin embargo, las organizaciones consideraron que dicha postura es incoherente y se contradice ya que el año anterior Perú votó a favor de condenar las ejecuciones ilegales basadas en la orientación sexual.

“El principal temor de la derecha conservadora es el matrimonio igualitario el cual ni siquiera es una prioridad del movimiento cuando hay asuntos mucho más graves como los crímenes de odio por ejemplo, o la epidemia de VIH concentrada mayormente en gays y travestis la cual sólo tiene una cobertura del Ministerio de salud de 10 por ciento de la población” afirmó Romero.

Fuente: ILGA



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