18. El Vaticano: Justifica la represión de expresiones de la sexualidad de LGBT

El Arzobispo Silvano M. Tomassi, representante permanente de la Santa Sede ante la ONU, se dirigió a los representantes de las naciones reunidas en la 16 Sesión del Consejo de Derechos Humanos, reunidos en Ginebra, durante el debate en torno al significado del término orientación sexual en las resoluciones de la Naciones Unidas.

Tomassi sostuvo que la orientación sexual es sólo un comportamiento y no una identidad y que los comprtamientos sexuales pueden y deben ser regulados -incluso prohibidos- por los Estados.

Para el Vaticano, la homosexualidad sólo puede y debe ser respetada por los Estados a nivel de los «pensamientos y sentimientos», pero no cuando se expresa publicamente. En otras palabras, justifica la represión de las expresiones de la sexualidad de gays y lesbianas en espacios públicos.

El vaticano en contra de los derechos sexuales y reproductivos y del uso del condón

El pasado 14 de marzo, el observador permanente de la Santa Sede, monseñor Francis Chullikatt, según informa radio vaticano había denunciado «un nuevo intento de imponer la ideología de género».

En su intervención Chullikatt reiteró también las reservas de la Santa Sede, como en las ocasiones anteriores “con respecto al significado del término ’salud reproductiva y sexual’, que debería no incluir el aborto o los servicios del aborto”.

Además, subrayó, “la Santa Sede no respalda de ninguna manera la anticoncepción o el uso de condones, ya sea como medida de planificación familiar o como parte de los programas de prevención del VIH/SIDA o clases/programas de educación sexual”.

Aquí la traducción del discurso de Tomassi sobre Orientación Sexual:

Señor Presidente, la Santa Sede aprovecha esta ocasión para afirmar la dignidad y el valor inherentes de todos los seres humanos, y condenar toda forma de violencia que se dirige a las personas por sus sentimientos y pensamientos sexuales o comportamientos sexuales. También nos gustaría hacer varias observaciones acerca de los debates sobre la «orientación sexual».

En primer lugar, ha habido cierta innecesaria confusión acerca del significado del término «orientación sexual», tal como se encuentra en las resoluciones y otros textos adoptados dentro del sistema de Naciones Unidas sobre derechos humanos. La confusión no es necesaria porque, en el derecho internacional, un término debe interpretarse de conformidad con su sentido corriente, a menos que el documento le haya dado un significado diferente. El significado corriente del término «orientación sexual» se refiere a los sentimientos y pensamientos, no al comportamiento.

En segundo lugar, a los efectos de las normas de derechos humanos, hay una diferencia fundamental entre los sentimientos y pensamientos, por un lado, y el comportamiento, por el otro. Un estado no debe castigar a una persona, o privar a una persona del disfrute de cualquier derecho humano, basado sólo en los sentimientos y/o los pensamientos de la persona, incluyendo los pensamientos y sentimientos sexuales. Pero los Estados pueden y deben regular los comportamientos, incluyendo diversos comportamientos sexuales.

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Arzobispo Silvano M-Tomassi

En todo el mundo, existe un consenso entre las sociedades que ciertos tipos de comportamientos sexuales deben ser prohibidos por la ley. La pedofilia y el incesto son dos ejemplos. En tercer lugar, la Santa Sede desea reafirmar su profunda creencia de que la sexualidad humana es un don que es genuinamente expresado en la devoción mutua completa y permanente de un hombre y una mujer en el matrimonio. La sexualidad humana, como cualquier actividad de carácter voluntario, tiene una dimensión moral: es una actividad que pone al individuo al servicio de una finalidad, no es una «identidad». En otras palabras, se trata de una acción y no desde un ser, a pesar de que algunas tendencias o «orientación sexual» pueden tener raíces profundas en la personalidad. Negar la dimensión moral de la sexualidad conduce a negar la libertad de la persona en este asunto, y en última instancia, socava su dignidad ontológica. Esta creencia sobre la naturaleza humana también es compartida por muchas otras comunidades de fe, y por otras personas de conciencia.

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Monseñor Francis C hullikatt

Y finalmente, señor Presidente, queremos llamar la atención sobre una tendencia preocupante en algunos de estos debates sociales: La gente está siendo atacada por tomar posiciones que no son compatibles con el comportamiento sexual entre personas del mismo sexo. Cuando ellos expresan sus creencias morales o creencias sobre la naturaleza humana, que también pueden ser expresiones de las convicciones religiosas o expresan opiniones sobre las afirmaciones científicas, son estigmatizados y, peor aún, son vilipendiados y perseguidos. Estos ataques contradicen los principios fundamentales expresados en tres de las resoluciones del Consejo aprobadas en esta sesión. La verdad es que estos ataques son violaciones de los derechos humanos fundamentales, y no pueden justificarse bajo ninguna circunstancia.

Gracias Señor Presidente.

Fuente: DiarioLimaGay



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