18. Perú: El género sí cuenta en el proceso de revocación a la Alcaldesa de Lima

El 17 de marzo aproximadamente seis millones de electores de Lima acudió a las urnas para decidir si la actual alcaldesa de Lima, Susana Villarán, debe o no ser revocada de su cargo. Villarán es la primera mujer que llegó a la alcaldía de la capital peruana con el voto popular, hace dos años, ganándole a otra mujer: Lourdes Flores Nano.

Pero lo que debió ser una contienda electoral que apela al uso de una herramienta de la democracia, como es el derecho de la ciudadanía de sacar del cargo a quien según el juicio popular no ha cumplido con las funciones para las que fue elegida, se ha convertido en una demostración del pensamiento patriarcal de buena parte de la sociedad, donde la descalificación del rival por cuestiones de género ocupa el centro del debate.

Aunque el principal promotor de la revocatoria, el abogado Marco Tulio Gutiérrez, negó que haya un asunto de género en la revocatoria, sus declaraciones y actitudes a lo largo de la campaña lo desmienten.

La más reciente, y que levantó una ola de protestas incluso entre sus propios partidarios, fue cuando dijo que «el dulce encanto de las damas es que siempre dicen que no y terminan diciendo que sí». Y lo dijo precisamente en la víspera de conmemorarse el Día Internacional de la Mujer.

De inmediato, Anel Townsend, coordinadora del colectivo por el No a la revocatoria, señaló que quedaba claro que «el revocador es un enemigo de las mujeres. El revocador no respeta a las mujeres, ni a las niñas, ni a las madres, ni a las jóvenes, porque no es posible que utilice frases que utilizan los agresores a la mujer», declaró a los medios.

La regidora de la Municipalidad de Lima, Marisa Glave, dijo que frases como esa son las que legitiman el discurso en contra de las mujeres, y recordó que esa es una frase muy usada por los abusadores para justificarse.

«En sociedades como la nuestra, estas y otras frases parecidas se toman a la broma, pero lo que realmente hacen es cubrir con un velo de impunidad la violencia física, sexual y verbal que sufrimos las mujeres y por eso lindan con el cinismo», añadió.

En efecto, ante la andanada de críticas que generó en los medios y redes sociales, Gutiérrez dijo que se trataba de una broma y no de una falta de respeto por las mujeres. Y mediante un enlace efectuado por el canal de TV del Estado el 8 de marzo, pidió disculpas a la ministra de la mujer, Ana Jara, aunque deslizando que la ministra es una activista encubierta por el no a la revocatoria. La ministra había dicho que las declaraciones de Gutiérrez eran «abyectas e infelices» y símbolo del desprecio que sienten hacia las mujeres los abusadores, violadores y acosadores.

Respeto a mujeres y minorías

No es la primera vez que el principal impulsor de la revocatoria usa frases ofensivas contra las mujeres y sectores de la sociedad. Anteriormente, se declaró ’maricofóbico’, porque no apoya a los «travestis y maricas» de la ciudad como sí lo hace la alcaldesa Villarán. Sin embargo, aclaró que no es homofóbico. En otra oportunidad señaló que es feminista «porque me gustan las mujeres».

Por el tono de sus declaraciones, el ex presidente del consejo de ministros, Salomón Lerner, calificó a Gutiérrez de «violador de los derechos elementales de género». En un programa de TV, Lerner dijo que este calificativo no debe entenderse como una defensa de la alcaldesa, sino «por el respeto (que se debe) a los derechos democráticos de toda mujer».

Sin embargo, Gutiérrez y otros voceros de la convocatoria han dicho que «nadie puede invocar una condición de género para que no se diga nada». Y en una demostración del papel de relleno que muchas iniciativas políticas suelen dar a las mujeres, Luis Tudela, representante legal del colectivo que apoya la revocatoria dijo a los medios el 28 de febrero: «Estamos pensando en una mujer para tener un criterio de género. La mujer debe tener participación en esta consulta, se barajan varios nombres, estamos haciendo varias consultas porque hay damas bien preparadas».

El día anterior, la abogada María del Carmen Barragán había renunciado a su cargo de vocera de la revocatoria, aduciendo razones «estrictamente personales». Y unos días después fue nombrada Patricia Juárez, hasta entonces secretaria general del concejo municipal de Barranco, distrito de Lima, y militante del partido del ex alcalde de Lima, Luis Castañeda, a quien muchos sindican como el verdadero impulsor de la revocatoria.

Pocos días después de asumir ese cargo, en una entrevista al diario El Comercio confesó que ella y sus hijos habían sido amenazados de muerte.

Para Gina Yáñez, responsable de la iniciativa Derecho a una Vida sin Violencia, del Movimiento Manuela Ramos, «sí hay un componente de género [en la campaña], porque se han hecho cosas que no se atreverían a hacerlas si [la alcaldía] estuviera en manos de un hombre».

Recuerda los apodos y sobrenombres que sus detractores pusieron a Villarán casi desde el primer día que asumió el gobierno municipal, así como a plantones de protesta frente a su casa, con insultos y amenazas contra su vida, y que Gutiérrez desestimó afirmando que se trataba de un «montaje hecho por las propias fuerzas de Villarán».

Yáñez asegura que ningún detractor se atrevería, por ejemplo, a lanzar basura contra la casa del ex presidente Alan García, como sí lo hicieron contra la casa de Lourdes Flores en plena campaña municipal y quien también está contra la revocatoria.

«Siempre es más fácil agredir a una mujer [esté o no en una posición de poder] que a un hombre», subraya Yáñez. «Saben que si se meten con un hombre, se exponen a ser repelidos por la fuerza, lo que jamás hará una mujer», añade.

Estándares altos y acoso político

Ese es, precisamente, uno de los puntos del comunicado emitido por Manuela Ramos en relación con la consulta del 17 de marzo. «Cuando una mujer ocupa un cargo público, se le colocan estándares de rendimiento más altos que a los varones», precisa.

Señala también que desde el inicio de su gestión a Villarán se le exigieron resultados en el corto plazo nunca demandados a los alcaldes precedentes. «Tal como sucede con otras mujeres autoridades en el país, a la Alcaldesa se le hace acoso político pretendiendo tutelarla desconociendo su trayectoria política en el ejercicio de cargos de responsabilidad y de gestión con idoneidad», recalca.

En ello coinciden con muchos analistas que resaltan la férrea oposición que Villarán tuvo que enfrentar desde el inicio de su mandato, tildándola de ’incapaz’ y exigiéndole resultados desde los primeros meses. Las principales críticas provenían de los partidarios de su predecesor, el ex alcalde Luis Castañeda, quien gobernó Lima durante 7 años.

Villarán, una mujer izquierdista que ha desempeñado diversos cargo públicos como ministra de la mujer y defensora de las fuerzas policiales , llegó al alcaldía con una alianza de movimientos de izquierda y fuerzas populares y se reclamó sucesora de Alfonso Barrantes.

Flores Nano por su parte es la lideresa del Partido Popular Cristiano (PPC), que agrupa a lo más representativo de la derecha peruana y se opone a la revocatoria de Villarán.

En un pronunciamiento público el 7 de marzo, Villarán reconoció el descontento y frustración de un sector de la población por su gestión, y denunció que las mentiras, distorsiones, desinformación e insultos «a nuestra condición de mujeres está provocando heridas en la ciudadanía y visiones muy negativas que no contribuyen a mejorar la calidad de vida de nuestra familias ni al progreso de nuestra ciudad».

En el pasivo de la alcaldesa está el operativo fallido en octubre de 2012, para trasladar a los comerciantes del Mercado Mayorista a un nuevo local, en el que fallecieron cuatro personas y terminó con numerosos heridos, aunque luego se supo que habían sido contratados para agredir a la policía por quienes tenían intereses económicos de permanecer en el lugar.

Y en diciembre, las filtraciones de agua del río Rímac hicieron colapsar las obras que se venían ejecutando a pesar de que Villarán aseguró que los trabajos estaban preparados para soportar el caudal histórico más alto que pudiese tener el río. Pese a que la municipalidad no se verá afectada económicamente porque la empresa responsable asumirá los gastos, sus detractores aprovecharon para reiterar su mentada incapacidad.

Resultados de la revocatoria

La alcaldesa de Lima, Susana Villarán salió bien librada de la revocatoria que enfrentó el pasado 17 de marzo. Aunque por escaso margen Villarán, que encabezó una colación de izquierda moderada para ganar la Alcaldía Metropolitana en 2010, logró conservar su puesto aunque la misma suerte no tuvo la mayoría de los regidores de su alianza que sí perdieron sus puestos en el Concejo Municipal. En noviembre, al parecer, los limeños deberán votar para completar el Concejo. Las actas de votación todavía no terminan de ser procesadas, una vez contabilizadas la ONPE se pronunciará.

Pero según resultados preliminares hasta 19 de los 21 regidores de Fuerza Social, la alianza izquierda moderada de la Alcaldesa, sí perdieron su lugar en el Concejo Metropolitano. Para esto hubo muchas razones, desde lo complicado de la cedula de votación que incluía 40 nombres al lado de los que había que marcar “Sí” o “No” hasta el hecho de que el elector quiso, de algún modo, “castigar” a Villarán a pesar de votar para que “Lima no pare” (que era el lema de la campaña por el No).

Aunque la autoridad electoral no ha entregado los resultados definitivos debido a las muchas impugnaciones y algún que otro regidor de Fuerza Social podría salvarse de la revocación, todo parece indicar que en noviembre los limeños volverán a las urnas para elegir a los regidores que han de completar el Concejo hasta las elecciones municipales generales de 2014.

Fuente: Ameco Press y Jorge A. Chávez Reyes.



Contenidos relacionados


¿Te gustó este artículo? Déjanos tus comentarios.