El arte. El lado emocional de la anatomía.
Hace algunos años, junto con mi compañía de Teatro-cabaret Las Reinas Chulas, comenzamos a trabajar con el Instituto Mexicano del Seguro Social que es la institución mexicana encargada de la salud, en un programa cuya misión era llevar la salud a las comunidades más desprotegidas y sumidas en la pobreza. Éramos parte de una iniciativa que tuvo un funcionario visionario, de mezclar las artes con la promoción de la salud para obtener mejores resultados, sobre todo en el cambio de actitudes. La experiencia fue asombrosa.
Punto de partida
Cuando las personas obtienen información, no necesariamente hay un cambio de actitudes que conlleve al mejor cuidado de la salud, a una mejor protección, a las prácticas seguras, etc.
Pongamos el Cáncer Cérvico Uterino, por ejemplo, para el Estado es más barato prevenirlo que curarlo. Para prevenirlo, las mujeres deben hacerse revisiones periódicas y en caso de que se presente, detectarlo y tratarlo a tiempo. Así, es curable, así las mujeres no se mueren de algo de lo que podrían no morirse. Entonces se procede a informar a las mujeres. Infinidad de folletos, pláticas, posters y consejos médicos… Y nada, las mujeres no asisten a sus citas periódicas, ergo se siguen muriendo. ¿Qué puede estar pasando? ¿qué no es suficiente saber que tu vida está en riesgo como para que vayas al médico y te revises?: no, saber no es suficiente. Por lo menos no es suficiente saber de la cabeza, hay que saber del cuerpo y saber del corazón y es ahí donde -como decimos en México- “la marrana tuerce el rabo”.
A la medicina le faltan herramientas para completar la anatomía de las personas.
Pero es comprensible. Los médicos aprenden anatomía sobre los cuerpos muertos en la morgue y ahí, el corazón es un pedazo de carne que ya dejó de emocionarse. La imaginación no aparece entre tanta materia gris –cosa lógica siendo la imaginación esencialmente colorida y la materia gris ¡pues gris!- y los sueños, que en vida circulan por donde hay venas y por donde no, se heredaron a algún pariente cercano o amante escondido que quedó con vida. La anatomía completa no está en una mesa de operaciones.
- La banda de las Recodas en su presentación en la
- XXII Conferencia Mundial de Sida
Con las mujeres de las comunidades indígenas y campesinas descubrimos que lo verdaderamente difícil del Cáncer Cérvico Uterino era vencer la vergüenza de abrir las piernas, vergüenza inculcada culposa y sistemáticamente por una cultura judeo cristiana de 500 años. Esa vergüenza, -compartida por Latinoamérica- anatómicamente hablando, en ciertos cuerpos es como un tumor gigantesco que va desde los senos hasta las trompas de Falopio pasando hasta por los glúteos. En otros casos es más bien como una cáscara pegada que ensancha el torso de tanto cercenar el movimiento de cadera cada vez que hay música cachonda. En otros casos es como una segunda piel, en otros solo se ubica en el área genital. En otros…
- La Banda de las Recodas critica la violencia contra la mujer
Es que esa es la otra dificultad: la anatomía emocional es diferente en cada persona. El aparato respiratorio esta en el mismo lugar para todos, pero el “aparato suspiratorio”, pues ¡quien suspira por razones diferentes!.
¿Qué hace que una persona que tiene información suficiente decida no usar un condón?
Infinidad de razones que poco tienen que ver con lo médico, pero sobre todo, infinidad de emociones que difícilmente son comprensibles con las herramientas que proporcionan las ciencias sociales. En un análisis sobre una cultura determinada, pueden “medirse” y analizarse costumbres comunes, comportamientos compartidos, identidades similares, creencias generalizadas; difícilmente podríamos medir el complejo aparato circulatorio de emociones y sentimientos que algunas veces nos llena de sangre la cabeza y no permite que miremos mas que unos determinados labios –que mañana pueden ser otros- .
¿En qué parte del cuerpo se encuentra la pasión? A veces en el pecho, a veces en los genitales, a veces en la boca, supe de unos brasileños que la traían en los pies, en fin.
Hay costumbres emocionales autodestructivas que están tan arraigadas, que solo un tratamiento de choques artísticos podría desatorar. Como la costumbre tan católica de sentir culpa desde temprano en la mañana hasta tan tarde por la noche. Y el problema de la culpa es que es difícil de extirpar. A pesar de ser puro tejido muerto, necrosado, está como encarnado en diversas partes del cuerpo, así que la disección tiene que ser más bien con filos muy específicos como el humor y el placer. Hay quien dice que el humor es como un bisturí, que no solo extirpa pedazos de culpa si no trasplanta porciones de placer.
- Las Reinas Chulas
En la anatomía completa de las personas las mediciones son distintas. El corazón no solo esta del lado izquierdo del pecho. A veces está hasta en los pies -¿quién no ha sentido que ama hasta con los pies?-. Y no solo bombea sangre, a veces lágrimas, a veces carcajadas de esas de sonido único, íntimo.
Uno de los sistemas más complejos de esta anatomía, que está relacionado con el VIH y con el SIDA es el sistema decisorio femenino, que tiene ciertas atrofias de crecimiento. Éste, está formado por toda la pila de años que te has acostumbrado a no decidir sobre tu cuerpo. Está conectado con el dolor de rodillas crónico que surge cuando cierras las piernas sistemáticamente para sentarte todos los días de tu vida y desemboca en el sentimiento arraigado de que como lo más importante de tu cuerpo es parir a otro, pues entonces por eso ni siquiera es tu cuerpo. Para algunas mujeres decidir es tan difícil como hablar un idioma nuevo sin haberlo aprendido nunca. Si eres mujer es costumbre que alguien decida por ti, y es costumbre que acates esa decisión. Cambiar esa costumbre es como aprender a caminar otra vez, con todo y el miedo que da pararte por tus propios pies (eso es lo que dicen los bebés).
Y ni que decir del sexo seguro. Como va a ser seguro el sexo si la pasión es un órgano que aumenta de tamaño de forma descomunal y se desborda invasivamente sobre toda la moral. El sexo seguro pone en riesgo la moral, porque para practicarlo interviene la premeditación, ésta es muy mal vista. La premeditación sexual es indecente, inmoral, pecadora y excomulgatoria. Por eso el sexo seguro luego se complica, porque el látex tiene que ser resistente a los tabúes y las mentiras y al parecer las compañías fabricantes de condones no están dispuestas a poner en la envoltura la leyenda de: “resistente contra todo ataque de desinformación, culpa, estigma y discriminación”.
Esta anatomía es compleja, cambiante y distinta en cada persona, por eso es tan difícil completarla, por eso es necesario mirarnos con los ojos de los sentimientos y las emociones y la herramienta adecuada para ese tipo de oftalmología es el arte.
El arte es una suerte de tomografía que devela la capacidad de entusiasmarse, la inocencia, los dolores atorados, el brillo de los ojos, el suspiro, la opresión de la barriga, el aleteo en el estómago, la melancolía infinita, las ganas de coger, el miedo de sufrir, la frustración de no entender, la suavidad de un buen recuerdo. El arte es una radiografía que nos muestra las fracturas recientes o futuras, la música de tus risas, la danza del deseo, la arquitectura de este odio, la literatura de mis miedos, la pintura del pasado, la escultura del presente, los dolores de este teatro.
Devela, pero también cura.
El arte provee una fisioterapia imaginatoria que restaura las alas cortadas. Y parece que volar hace mucho bien, como vivir cerca del mar.
La experiencia artística nos pone de frente a la posibilidad de estar mas vivos, es una transfusión que transgrede el estatismo y moviliza todas las células del cuerpo. ¿Como funciona? Por medio de la fibrilación de las esperanzas en combinación con el aceleramiento o tranquilizamiento de la respiración. Algunas veces roba el aliento por unos segundos, algunas veces emociona tanto que pone en contacto con lo divino. La experiencia estética nos pone frente a la posibilidad de ser dioses. Y al parecer Dios (el que cada quien quiera, el que cada quien crea) sí se pone un condón, sí se hace un papanicolao, sí tiene sexo seguro, sí se procura dignidad, sí se le respetan sus derechos, no es discriminado, y no importa si tiene VIH o no, si tiene SIDA o no, si es mujer o si es hombre, cual es su orientación sexual, o su color o su lengua, porque la dignidad es su órgano vital más importante. Y es probable que Dios cuente con todas estas ventajas, porque si no ¿que caso tendría ser Dios no?
El arte es la casa de la belleza de la vida. El arte, nutre ese espacio vacío entre las proteínas y los carbohidratos, entre los lácteos y las legumbres, entre las semillas y las frutas. Sacarlo de nuestra dieta, genera anemia en el alma. Y el alma anémica es lo más lejano a la belleza.