Entrevista a Jorge Baldeón, Rodrigo Benza, Proyecto Empleadas
Ciudadaniasx: Una de las cosas que más me llamó la atención del Proyecto Empleadas fue el proceso de creación ¿podrían explicarnos cómo fue este proceso?, ¿cómo nació la idea?
Rodrigo Benza: En junio del 2008, nos juntamos con Jorge Baldeón para desarrollar un proyecto que tenía en mente desde hacía un tiempo sobre las empleadas del hogar, armamos el proyecto y lo postulamos a un fondo de apoyo a las artes, y en el 2008 nos dijeron que habíamos ganado.
De ahí hicimos un proceso de inmersión, y desde el inicio nos involucramos con la Casa de Panchita. Nosotros ya conocíamos a personas que trabajaban allí, nos juntamos con ellas para ver qué les parecía la idea, y fueron ellas las que nos sugirieron desarrollar un taller con las chicas de la Casa de Panchita, lo cual nos pareció una idea fantástica y lo incluimos en el proyecto.
Entonces los domingos de febrero del año pasado, hicimos talleres con trabajadoras que van a la Casa de Panchita. Pensamos primero en hacer talleres de artes plásticas, de teatro, pero rápidamente nos dimos cuenta de que era mejor hacer algo combinado, y al final resultaron talleres de expresión artística, en los cuales ellas creaban y se expresaban a través de algunas herramientas, eso nos ayudaba a conocerlas y a entender su realidad.
Después de haber ganado el premio empezamos el trabajo más serio, armando el equipo, estudiando la realidad de las trabajadoras. En ese momento no sabíamos que se les decían trabajadoras del hogar, sólo “empleadas” que es como se les conoce.
¿Cuánto duró el proceso?
Rodrigo Benza: Fueron 4 domingos, hacíamos un taller por la mañana y otro en la tarde. En total fueron 8 talleres.
Osea que en la mañana iban algunas chicas…
Y en la tarde iban otras chicas. No eran constantes, es decir en un domingo iba la que no había estado en el anterior, o no iba la que había estado en el anterior.
¿Sólo ustedes impartieron los talleres?
Rodrigo Benza: Sí nosotros. En algún momento fueron algunas personas del equipo que habíamos formado pero sólo como observadores, no fueron a impartir talleres. Luego hicimos las entrevistas, y ahí se involucraron más en el equipo.
La idea del proyecto no era hacer una denuncia, sino, reflexionar sobre cómo somos, y cómo nos tratamos a través del análisis y la reflexión de cómo es este personaje y su interacción con los demás miembros de la sociedad.
Las entrevistas nos ayudaron, ya que éstas no sólo eran a las trabajadoras y ex trabajadoras del hogar, sino que hemos realizado entrevistas a empleadoras peruanas y extranjeras. También hicimos algunas entrevistas a empleadores hombres, o a jóvenes que tuvieron una influencia muy fuerte en su vida con alguna empleada, a la cual considera su mamá.
Un proceso largo, de las entrevistas al montaje y a la presentación de la obra.
Jorge Baldeón: Nosotros ya habíamos trabajado juntos antes en una experiencia similar. Comenzamos desarrollando un video arte y sobre la marcha del proceso fuimos tomando decisiones. Partimos de la idea que esto tendría que ir más allá, y eso se iba a reflejar en la puesta en escena, lo que queríamos era hacer una mezcla y eso se decidió en el camino.
En el proceso de creación de una obra, muchas veces hay cosas que no funcionan, cosas que sí, vas poniendo, vas quitando, vas armando sobre la marcha y va saliendo el resultado, ese es el proceso en lo que se obtiene lo rescatable.
Jorge Baldeón: Recuerdo cuando hacíamos los talleres y desarrollábamos las historias, estas daban una sensación diferente de lo que sabíamos, y quedábamos muy confundidos de tomar la decisión artística.
Usar una grabación, o un video de los personajes, o a ese personaje lo maquillas o a ese personaje lo dejas tal cual. Múltiples decisiones que tomar con la perspectiva de lo que queremos mostrar, por ello es tan importante el tiempo que pasamos con ellas.
La obra simplemente se muestra, no es que estén diciendo miren la situación de las trabajadoras, simplemente están los testimonios.
Jorge Baldeón: Y esa técnica si tú la quieres llamar así, puede ser más fuerte que tener una conclusión.
La obra es atemporal, coge varias generaciones, puede identificarse desde una abuela hasta los chicos más jóvenes, y logrado empatía.
En algunos personajes se ve la historia del Perú, a través de los testimonios. Por ejemplo un personaje cuenta de la época de Velasco, que estaba en Puno y ella trabajaba para un militar y hubo una revuelta, y ella cuenta lo que había pasado. Otra que había trabajado en un asentamiento minero pero las minas fueron vendidas de los gringos a los mexicanos, entonces su propia vida es testimonio, y también se ve una parte de su historia.
El proceso de creación comentabas al principio que fue complicado, ¿podrías describirlo?
Jorge Baldeón: Como todo en la parte creativa, tienes un montón de posibilidades, y en cierto momento sientes que estás en nada, pero a la vez que estás en todo. Lo que queríamos era documentar, no suplantar, no victimizar (eso era clarísimo desde el principio, que no hay que victimizar la imagen de la empleada, porque hay una tendencia obvia a dramatizar porque hay testimonios que son desgarradores).
En este trabajo, las actrices tuvieron un rol muy activo y personal, ya que la abuela de una de ellas fue empleada y esa también fue una historia.
¿Ellas estuvieron involucradas desde el comienzo, o sólo durante el proceso de creación?
Jorge Baldeón: Ellas hicieron también entrevistas y toda la edición, y todo el montaje lo hicimos en conjunto.
¿Nos pueden contar qué experiencias, hallazgos y conocimientos lograron en el proceso?
Jorge Baldeón: Hemos encontrado, trabajando con ellas, en general que no se expresan fácilmente, no tienen muchas posibilidades de expresarse, y no tienen muchos espacios para expresarse.
El trato que se les da marca a estas personas, a pesar del “buen trato” que se les pueda dar.
La situación es compleja, ya que es una trabajadora que está en la casa y muchas veces se le trata como de la familia, pero hay una palabra clave “como de la familia” osea no es de la familia, pero tampoco está desligada. En realidad vemos que si alguien es “como” es, pero no eres.
¿Qué pasará después de esto? ¿Qué van a hacer? ¿Va a haber un siguiente paso, qué continua?
Jorge Baldeón: Nosotros no somos activistas por las trabajadoras del hogar, somos artistas. En todo caso, activistas culturales, porque hay un compromiso en general. Cada uno de nosotros, aparte de lo que hemos hecho, tenemos proyectos donde involucramos a la sociedad, a la comunidad.
Tenemos proyectos de creación paralelos ligados algunos al activismo, otros más a intereses personales.
El proyecto lo trabajamos como artistas interesados en el tema, y creamos un producto del que estamos totalmente dispuestos, a que se siga presentando, y de hecho ya nos han pedido varias veces que se presente y lo hemos hecho. No necesariamente vamos a organizar una nueva temporada, ni la vamos a producir, ahora si llega una propuesta, lo discutimos, si lo podemos hacer.