La frontera entre el Arte y la Política es ínfima
Entrevista de Anne Bocandé con Rost [1] Hace unas semanas el mundo fue testigo de la terrible matanza a periodistas y dibujantes en las oficinas del semanario francés Charlie Hebdo. La masacre fue cometida por dos hermanos, franceses, hijos de inmigrantes árabes que habían adoptado la ideología política de la Yihad musulmana, Sherif y Said Kouachi. Luego de ello dos jóvenes, un inmigrante africano y una musulmana, atacaron y mataron a personas inocentes en una tienda judía. La entrevista de 2012, que presentamos a continuación, realizada al rapero Rost, hijo de inmigrantes africanos en Francia; es como una premonición y podría explicar (no justificar) el por qué muchos jóvenes en Europa han encontrado como alternativa de vida el terrorismo y cómo a partir de cualquier manifestación artística se puede hacer política.
Conocido por su rap rabioso, Rost, en 2008, salió a la luz con un libro, antes de participar en la campaña de François Hollande para las elecciones presidenciales. Miembro activo del grupo de reflexión Altaïr y presidente de la asociación “los Suburbios activos”, el artista espera ser un parachoques implacable para que el actual presidente cumpla sus promesas, en particular el derecho de los extranjeros a votar en las elecciones locales [2] .
Es Ud. rapero, productor de álbumes, presidente de la Asociación « Suburbios Activos », miembro de Altaïr, cronista, autor del libro “Los hijos de sitios prohibidos”. ¿Cómo podríamos definirlo?
Es simple, no se me define de ninguna forma. Soy un artista comprometido, pero sobre todo un ciudadano comprometido.
¿Cómo es que Ud. pasa de artista a presidente de una asociación ciudadana próxima a François Hollande, hasta apoyar abiertamente su campaña?
La frontera entre el arte y la política es ínfima. Lo que cambia es el método para que las cosas se muevan. En 2004, en mi primer disco en solitario, había un título que se llamaba Rev’solution en el que yo decía: «Atención a los jóvenes en las ciudades, que están cada vez más bajo tensión. Si las políticas no cambian nada, van a explotar». Dos días después de entrar en programación, este título fue retirado. Sin embargo romper el termómetro no cura la fiebre. Nosotros los artistas, y notablemente los raperos, somos los termómetros. Tomamos la temperatura y alertamos. Pero nadie nos toma en consideración. Allí me di cuenta de que nuestro arte tenía límites.
Unos meses más tarde, hubo disturbios en los barrios [3] . La cobertura que los medios hicieron me perturbó. Entonces me dije que no podíamos dejar que otros hablen por nosotros, que teníamos que llevarnos al arma más importante en nuestra sociedad: los medios de comunicación. ¡Que no fueran siempre los mismos que tomaran la palabra!
¿Cuando Ud. dice Ellos, a quiénes se refiere exactamente?
Existe un Ellos y un Nosotros. Yo soy un utópico pragmático. Me doy cuenta de que vivimos en la misma sociedad, pero no estamos en el mismo mundo que las élites. Nuestras clases dirigentes no están en misma realidad que la gente del pueblo. ¿Acaso el mismo Raffarin [4] no ha hablado de «la Francia de abajo» y «la Francia desde arriba»?
¿Qué representan para su propio recorrido las protestas populares de 2005?
En 2005 me puse en acción. Los periodistas me entrevistaron, porque ya había cantado que esto iba a explotar. Al igual que hoy yo estaba en las calles. En ese momento, estaba entre el 95, en Epinay Villetaneuse donde viven mis padres, y en XX distrito de París. Trabajé mucho con las asociaciones. A menudo asistía a las aulas y a los centros comunitarios. Yo les decía a los jóvenes que no porque tenemos discapacidades, éramos discapacitados, que no era porque vivíamos en los barrios populares que estábamos condenados. Les contaba mi propio recorrido. En mis encuentros los muchachos hablaban bastante de estar “hasta la coronilla”.
¿Eran los muchachos los que estaban « hasta la coronilla » o sus padres?
Los muchachos estaban viviendo a través del «hasta la coronilla» de sus padres. Pero no eran los padres los que quemaban los autos. Los jóvenes son frecuentemente el reflejo de la vida cotidiana de sus padres. Luego de la revuelta de los barrios, decidí hacer un tour por Francia durante un año, al igual que AC Le feu [5] . Hicimos las mismas cosas en paralelo sin saber. Fui recibido por los candidatos presidenciales. Nicolás Sarkozy quería verme solo, sin un micrófono o una cámara y yo no estaba de acuerdo. Éramos cinco y lo que nos interesaba era presentar a los candidatos de la misma manera un cuestionario de diez preguntas a partir de las 27.000 quejas que había recabado nuestro tour de Francia. Después de eso, he participado en varios debates políticos incluyendo aquel particularmente violento con Zemmour [6] .
Es en ese momento que Ud. funda la Asociación “Suburbios activos”
Lanzamos oficialmente “Suburbios Activos” el 21 de abril de 2006, en referencia al 2002. Pero ya habíamos hecho el recorrido por Francia. En seguida participamos activamente en los debates de la campaña de 2007. Sin embargo no todo fue glorioso en esa etapa. Algunos han distorsionado mis propuestas. Algunos incluso en sus periódicos pusieron títulos como «Rost votará por Le Pen”. En esa época, unos días antes de la conmemoración de la revuelta de los barrios estuve en Bondy con los amigos. En dos horas nos controlaron cinco veces los mismos policías. Me di cuenta de que la policía provocaba notablemente a las personas en determinados barrios. Ya que si explotaban de nuevo las revueltas, Nicolás Sarkozy, el ministro del Interior y el presidenciable Nicolás Sarkozy ganaban puntos necesariamente.
Días después yo le explicaba en televisión al periodista François Copé cómo yo veía que los jóvenes de los barrios eran provocados para comenzar de nuevo, para que así termináramos con un Sarkozy-Le Pen en la segunda vuelta… «Así que, incluso fomentando el caos, la gente votaba por Le Pen y luego se hacía la Revolución». Mi propuesta fue distorsionada a cargo del Frente Nacional [7] y la prensa también contribuyó. Fue una estupidez.
¿Ud. Entonces jugó un rol de representante de qué clase?
Yo no represento a nadie, más que a mí mismo y mi enojo es por lo que veo y vivo. “Suburbios Activos” me permitió tomar parte en el debate, aportando otra visión y que no sean siempre los mismos que hablan por nosotros. Ahora existe gente que puede hablar, personas que han estudiado, por ejemplo los sociólogos que vienen a vernos como en un zoológico y luego hacen informes. ¡Eso es todo! Era indignante ese discurso común de piedad-caridad. Es positivo sentir empatía, pero hoy queremos proponer soluciones concretas.
¿Qué ha hecho Ud. entre la publicación de su libro en 2008 y el 2012, fecha en que se involucra en la campaña de François Hollande?
Estoy comprometido hace siete años en proyecto voluntario por motivos personales. Cuando yo era adolescente y hacíamos mataperradas con los amigos, a veces un hombre se acercaba y nos pagaba un futbolín (fulbito) de vez en cuando. Él siempre nos decía «por lo menos cuando están allí, sé que no están haciendo estupideces». Un día este hombre perdió su trabajo, su esposa lo dejó, terminó en la calle y murió congelado. Enterarme de su muerte fue muy violento, entonces me dije “si él pasó siete años en la calle, yo voy a pasar siete años haciendo trabajo voluntario”… que terminé en enero pasado.
Me hacen reír los que me dicen: «tú puedes hacer lo que quieras porque a ti te va bien financieramente». En ciertos períodos yo no sabía cómo iba a pagar mi alquiler. Todo lo que yo ganaba haciendo conciertos, mi álbum o incluso gracias a mi libro, iba a las asociaciones de las personas sin techo, como “La Miga de Pan” y el “Colectivo de los Muertos en la Calle”. Mi involucramiento era completo. No hablo mucho de eso porque pienso que eso no les incumbe a las personas. Soy yo frente a mis convicciones.
Esas mismas convicciones que Ud. desarrolla en su libro “Niño de los lugares prohibidos” (aparecido en 2008)
En mi libro he querido mostrar un viaje que no ha sido fácil. Casi me muero varias veces. Tuve dos destinos: si tenía suerte, terminaba en la cárcel. Si tenía menos suerte, en el cementerio. Esta es la vida que se me predecía como líder de la banda. Con el libro, quería decirles a los políticos de que no es por casualidad que los muchachos hacen a veces cosas estúpidas. No se trata de excusarlos, sino de considerar el ambiente en el que viven. Empecé el libro con esta frase: «Nadie nace mal, uno se convierte frecuentemente por la fuerza de las cosas. El medio ambiente es importante».
No estoy seguro de que si hubiese aterrizado en otro universo, hubiese tenido el mismo recorrido. Y al mismo tiempo se puede salir si uno verdaderamente lo desea. Ese libro estaba dirigido más a las élites, que a los muchachos. Una forma de hacer un puente entre los dos mundos. Este libro me permitió encontrar personas extraordinarias que viven en universos muy diferentes al mío.
Un universo totalmente diferentes, el universo del rap…
Muchas personas que no soportaban el rap, leyeron el libro y luego se interesaron en los textos de mis discos. Me dirigí a eso. Mi último álbum es una mezcla de rap y poesía con músicos clásicos y de jazz. Cuando hice un show cerca de la salida del disco, había tanta gente diferente, que se mezclaban. ¡Me encantó, porque eso es Francia!
Ud. es un medio de comunicación finalmente, en el sentido etimológico del término: Ud. busca vincular personas que no se conocen…
A pesar de nosotros mismos, vivimos a veces cada uno en mundos paralelos. De cada lado existe rechazo, incomprensión, pero también una cierta curiosidad. Se lo digo a los muchachos que conozco: “parecería que se necesita una visa para atravesar la calle. Muévanse en lugar de fumar y repetir «la sociedad nos niega». Siempre he tratado de abrirme a los otros, extirparme de mi medio.
Con mis patas, hemos salido porque nos encontrábamos con personas fuera de donde nosotros proveníamos. Confieso que las chicas nos mantenían fuera de nuestro vecindario. Cuando vimos una escuela secundaria con chicas guapas, íbamos allí. Puede parecer tonto, pero ayudó. Conocimos muchachas que crecían en ambientes opuestos a los nuestros. Con nosotros, ellas también descubrieron otro mundo. Fue extraordinario. Es importante no quedarse encerrado en su vecindario. Por eso es esencial la cuestión del transporte suburbano. Estar enclavado, como Clichy-sous-Bois, es un problema real.
Cree Ud. que el presidente Hollande retroceda de su promesa de abrir el derecho a voto de los extranjeros no de la Comunidad Europea para las elecciones locales, bajo condición de residencia?
Para el derecho a voto de los extranjeros hace decenios que la izquierda nos habla de ponerlo en práctica. Esta vez yo creo que se esconden detrás de la necesidad es un voto a 3/5 del parlamento. Porque, en el mismo seno del Partido Socialista, algunos son insensibles; tienen miedo que las personas tomen parte en el 100% de las decisiones a nivel local. Porque eso cambia el reparto y ya no se podría hacer política de la misma manera.
De acuerdo a su opinión, ¿las personas preocupadas por esto afirman su derecho como una necesidad?
Respecto a las manifestaciones de los que están sin papeles, la mitad de las personas sí los tienen, pero están ahí porque se trata de una cuestión de justicia. Y cuando hablamos de justicia, eso trasciende todas las diferencias. Hablamos de dignidad humana, del valor humano. Esa es la razón por la cual las personas que no tienen el derecho a voto y de elegibilidad no son necesariamente aquellos que podríamos entender que deben reivindicar ese derecho.
¿Qué relación existe para Ud. entre nacionalidad y ciudadanía?
La cuestión de la nación ha sido desplazada. Estamos en Europa. Las naciones no existen más realmente, las fronteras tampoco en tanto tales.
Los detractores levantan el riesgo comunitarista. ¿Qué piensa Ud.?
Se trata siempre de levantar algo para no mover las cosas. Yo no soy comunitarista. Por el contrario, pienso que cada comunidad tiene necesidad de una estructura para garantizar el derecho de cada uno de sus miembros. La comunidad judía, por ejemplo, está organizada. Al primer incidente todos salen a las calles. Todo el mundo debe ser respetado… los negros y los árabes también. Es posible que el derecho a voto de los extranjeros no comunitarios haga evolucionar las cosas. Que el alcalde sepa que no puede excluir una parte de la población, porque tendrá algo que decir en un momento dado, representa una renovación real de la democracia.
En 2005 para defender ese derecho Ud. reivindicó no tener la nacionalidad francesa. ¿La tiene Ud. actualmente?
Yo quería empezar el proceso para mis tres hijos, que han nacido aquí. Mi vida está aquí. Conozco bien Francia. La he recorrido de arriba a abajo. Me he dedicado a muchas luchas asociativas y políticas. Creo que he contribuido a mover las cosas. Hacer el esfuerzo de ser francés es también una manera de demostrar que incluso con la nacionalidad, sigo siendo el mismo. Continúo moviendo un destino común.
Pero dejé el proceso. No acepto ser humillado como lo somos, cuando somos extranjeros en Francia y que tenemos que realizar trámites en la prefectura. También hay que reformar la administración francesa.
Espera Ud. sin embargo ser un parachoques político…
Es importante. Vamos a cuidar todo lo que se ha hecho, sobre todo lo que no se ha hecho. Si dan marcha atrás en lo del voto de los extranjeros vamos a reaccionar. Será la peor de las traiciones. Seremos una oposición absoluta. En las próximas elecciones los haremos responsables de poner a la derecha nuevamente en el poder. Mientras haya perspectivas la gente creerá. Por el contrario si nos cierran las puertas en las narices, nos vamos a estructurar para tener un peso en las próximas elecciones municipales. 2013 tiene su cuota de sorpresas. Ya no aceptamos que se nos haga a un lado. La izquierda decepcionó a nuestros padres. La izquierda disgustó a nuestros hermanos mayores. No nos dejaremos esta vez.
¿Cuáles son sus proyectos en los meses venideros?
Tengo una película en preparación. Me gustaría también montar una estructura audiovisual, porque una minoría muy pequeña de personas se hace acreedora de todas las subvenciones. Yo ya no voy más al cine cuando no hay diversidad en las películas.
¿Ud. apoya entonces un proyecto como el de « La Escuela de la Ciudad » de Luc Besson en Saint-Denis? Fuera del financiamiento de proyectos cinematográficos desarrollados en los barrios populares, Besson abrirá en setiembre una escuela de cine gratuita, sin título universitario.
Necesitamos a los Besson. Algunos dirán que hace dinero gracias a nosotros. Si gana dinero mejor. Eso quiere decir que existe un mercado! Mucho mejor. Pero cuando yo veo una película en la propaganda como Petits Mouchoirs de Guillaume Canet, no me provoca ni siquiera ir a verla. Guillaume Canet dice que hizo una película con todos sus amigos. Eso significa entonces que no tiene ningún amigo negro o árabe. ¿En qué mundo vive?, ¿A quién le habla? Si no hay diversidad en una película yo no gasto más mi dinero. Si todo el mundo reaccionara de la misma manera, estas personas revisarían sus maneras de hacer las cosas.
Algunos dirán que soy extremista pero en un momento dado hay que tomar posición. No podemos aceptar que una parte de la población sea excluida, bajo el pretexto de que no ha nacido en el lugar adecuado o que no tiene el patronímico adecuado. El mundo ha evolucionado, Francia ha evolucionado. Es necesario que lo que se proponga en el plano artístico, cultural, represente a la población, la realidad sobre el terreno.
¿Ud. asume sus compromisos a medida que surgen las oportunidades?
No, porque las oportunidades yo las creo en función de mis objetivos. Yo siempre he provocado las cosas, he estado siempre al frente. Siempre he peleado, incluso cuando algunos pensaban que eran utopías. Las utopías hacen avanzar al mundo.
¿Cuáles son los sueños de Rost después de una carrera artística lograda y sus compromisos políticos en curso?
La vida sería muy triste si no tuviéramos sueños. Me gustaría que la gente tomara consciencia de que son ellos quienes deciden verdaderamente. Las políticas están allí porque el pueblo lo quiere. Que las personas sean dueñas de su destino. Tenemos el deber de ser dueños de nuestro destino de luchar por nuestros hijos y nuestros hermanos menores.
¿Cuáles serían las tres medidas prioritarias para Ud.?
El derecho a voto no es negociable. Es un requisito previo. Luego, la representación en todas las esferas de la sociedad. Y, por último, el tema de la educación. La educación es la base del cambio.
Traducción: Ximena Salazar.